domingo, 28 de febrero de 2016

TE ENCONTRÉ EN EL DESVÁN (23 de febrero)

No es muy difícil sentir cierta nostalgia y una extraña sensación de curiosidad cuando, ochenta años después, ni uno más, ni uno menos, te encuentras en el mismo escenario de unos hechos reales que cuenta el personaje protagonista de mi novela. Esa casa de la calle Martianes que a día de hoy, sigue perteneciendo a los descendientes de los parientes que por aquellas fechas dieron cobijo a la familia de mi abuelo, su madre y hermanos, tras su inesperado regreso del hospicio al comenzar la Guerra Civil, o la Gran Guerra, que es la manera que tenía el protagonista de referirse a ella. La casa ya no tiene nada que ver con la que sería en aquellas fechas, pero ha habido un momento en que casi he podido verlos a todos. No cuento más para no desvelar nada pero la verdad es que ha sido una bonita experiencia.

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